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En el centro de un pueblo, de un nido rodeado de pinares, en la masa forestal más extensa de la península está el Centro de Turismo Rural La Casona de Navaleno.

Estamos ubicados en la provicia de Soria, muy cerca de la provincia de Burgos y en el noreste de la Comunidad Autónoma de Castilla León.

Aquí se respira, se pasea, se vive... El pinar está en la puerta, y se siente.

La Casona de Navaleno

El Centro de Turismo Rural La Casona de Navaleno dispone de seis habitaciones, con capacidad para unas 15 personas, un salón-comedor amplio y luminoso, conexion wifi gratuita, gimnasio bien equipado, sala de usos multiples y juegos, y un jardín espacioso, verde y bien cuidado.

Dispone de ascensor para poder desplazarse entre el garaje y el bajo cubierta. La escalera, que rezuma forja y originalidad, deja entrever los entresijos de la casa, serpenteando entre las plantas y hace cómodo el ascenso hasta el ansiado lecho.

Combina La Casona piedra y madera como elementos fundamentales en la arquitectura de la comarca pinariega, y sus espacios tienen...

Habitaciones y estancias con encanto

Cada habitación guarda un color, una línea, un trazado, una idea.

...El verde, de las verdes praderas, de los valles frescos y húmedos del entorno...

...El azul del cielo, del horizonte, de nuestras mejores sensaciones...

...El rojo de la pasión, del amor embrujado, del misterio...

...El pardo del otoño, de las setas, de la leña...

...El salmón de la expectación y la ingenuidad...

...El amarillo del sol, la claridad y las nuevas ideas...

Un universo multicolor en todas sus estancias, combinadas con gusto y elegancia.

Madera, historia, herencia...

Grandes balconadas de madera y amplios laderos presiden unas dependencias cargadas de luz con excelentes vistas al pinar y al variopinto paisaje de una moderna población rural. En su planta baja, los arcos saludan a la calle a manera de las viejas dependencias donde los carreteros guarecían el ganado y sus carretas.

En su planta baja, los arcos saludan a la calle a manera de las viejas dependencias donde los carreteros guarecían el ganado y sus carretas.

Recogen los regentes de La Casona de Navaleno la herencia familiar que en su día tuvieron los antepasados en dos posadas, una junto a la travesía, y otra en plena calle Carretas, y en las que se daba cobijo y buen condumio al viajero que hacía paraba en estos parajes donde siempre huele a pino.